Masada, “La fortaleza” es uno de los lugares históricos de Israel con mayor interés arqueológico. Situada a orillas del Mar Muerto a 440 mts sobre su nivel con una situación geográfica de 32º55’ N, 35”4’ E; a 50 mts sobre el nivel del Mediterráneo, ubicada en un monte de 600 mts de largo por 300 mts de ancho. Según fuentes oficiales, Masada tenia una muralla de 6 mts de alto por 4 mts de ancho y 1.400 mts de largo. Cerca de allí, pasa el bíblico rio Jordán, donde Jesucristo fue bautizado y también cercano es el Desierto de Judea.
El rey Herodes I “El Grande” la mandó construir durante el primer siglo antes de Cristo. Con el tiempo, Herodes se instaló allí en los últimos años de su construcción, para perseverarse de sus enemigos. Cuando en el año 4 d.C. murió Herodes, la ciudadela fue capturada por los romanos y utilizada por éstos hasta que en el año 66 d.C empezaría su andadura hacia su triste final. Entonces en Judea existía la primera sublevación por parte de los zelotes (extremistas); los cuales no querían a los romanos en su tierra. Por entonces, Menahen Ben Iehuda “El Galileo” condujo a un nutrido grupo de zelotes hacia Masada y tomaron posesión de la fortificación.
Se instalaron colonos y establecieron familias que vivían en paz. En el año 70 d.C Judea pasó a ser provincia romana. En el año 73 d.C. el gobernador romano en aquellas tierras, Flavius Silva, marchó contra Masada con la X Legión (en teoria 6.000 soldados) conocida como la “Fretensis” –famosa legión de Tito (39-81 d.C.) cuando todavía no fue nombrado cesar de la Dinastia Flavia- acompañado también por unidades auxiliares (unos 900 soldados en su totalidad) y miles de prisioneros judíos habidos en las diversas guerras, según fuentes históricas.
Se instalaron en la falda del monte y montaron su campamento. Silva estudió durante meses la manera de atacar Masada, soportando un calor excesivo e incluso llegando a tener bajas muy importantes entre sus hombres a causa de la meteorología del cercano Desierto de Judea y la falta de agua potable por las escasas lluvias.
Durante la primavera del año 74 d.C. cansados de no encontrar un momento propicio para atacar, montaron un “ariete” (arietis o carnero, también viene del arieto en castellano chocar, golpear) maquinaria militar que consistía en una viga muy pesada y reforzada que podría ser de hierro en la mayoría de los casos o de bronce; en uno de los extremos siempre había la cabeza de un carnero del mismo material de la viga, por lo que la hacia una potente maquinaria de derribo de murallas; muy conocida desde siglos en la milicia romana. El
Ariete era llevado por los soldados con sus brazos. La viga iba suspendida de una torre de madera ayudada por cuerdas.
Mientras tanto y alertados, el Jefe de los zelotes de Masada, Eleazar ben Yair, decidió reunir a todos los hombres de la fortaleza y una vez reunidos, tomaron la decisión de acabar con sus propias vidas antes de caer en manos de los romanos.
Eligieron a diez hombres fornidos para ser sus verdugos; degollando y apuñalando a todos los zelotes hasta el último. Pero antes de que los romanos lograsen tumbar la muralla, quemaron la ciudadela y después los últimos zelotes se suicidaron. Al llegar Silva con sus soldados, se encontró desolado por la muerte de casi 1.000 personas incluyendo a mujeres y niños. Según escritos del historiador Josefus- de ascendència hebrea y que se nacionalizó romano- Silva dijo estar muy costernado y alavó la valentia de aquellas personas por acabar con sus vidas.
Josefus también en su libro “Las Guerras Judeicas” escribió que solo dos mujeres y cinco niños sobrevivieron al suicidio colectivo.
Tras la revuelta, toda Judea se convirtió en una provincia en ruinas, con una Jerusalén reducida a escombros y el Templo destruido. Según el autor Flavio Josefo, aproxima-damente 1.100.000 judíos murieron y 97.000 fueron capturados y esclavizados; los cálculos actuales estiman el número de muertos entre 600.000 y 1.300.000 judíos. Desde el punto de vista histórico, la derrota de los judíos fue una de las causas de la Diáspora —numerosos judíos se dispersaron tras perder su Estado y algunos de ellos fueron vendidos como esclavos en diferentes lugares del Imperio romano—, y una de las mayores catástrofes de la historia judía, que acabó con la historia del Estado judío en la antigüedad. Por otro lado, desde el punto de vista religioso, la destrucción del Templo de Jerusalén supuso la pérdida espiritual más importante de los judíos, que todavía hoy recuerdan en el día de duelo 9 de Av.
Fuentes y agradecimiento:
http://www.phistoria.net/reportajes-de-historia/Masada-La-fortaleza_48.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Primera_Guerra_Judeo-Romana