Rabino Daniel Oppenheimer en la Voz judía.
Ciudades de refugio
Por el Rabino Daniel Oppenheimer
¿Qué haría Ud. si fuese juez y debiera proceder a castigar a un ladrón? ¿actuaría del mismo modo si el damnificado fuese Ud. o un familiar suyo? Y – ¿qué sería del caso en que – D”s libre – ocurriera un accidente involuntario y muere una persona – por negligencia de alguien?
Las diferentes culturas han definido distintas maneras de castigar a los malhechores por los delitos que consideraron más o menos graves – de acuerdo a sus códigos, o bien para intentar disuadir que vuelvan a incurrir en la misma infracción o sean imitados por otros.
Ud. habrá escuchado, por ejemplo, que hay culturas en las que se mutila al ladrón como pena de su robo. No entraré a evaluar el valor de esta clase de sanción, pero basta con decir que la Torá prohíbe toda clase de mutilación.
Uno de los sistemas de castigo más difundidos hoy es el encarcelamiento del delincuente o del criminal. En la Torá no se menciona esta clase de pena, salvo en el caso de esperar la sentencia definitiva. (Dejamos de lado todo caso en que se deba privar de libertad a una persona que constituye un peligro para la sociedad si estuviere libre).
No es ningún secreto que el sistema carcelario no ha prevenido actos delictivos, ni mejorado la conducta de sus ex-residentes. Muy por el contrario, desafortunadamente quienes están presos por delitos relativamente leves, terminan por aprender de sus colegas más viles a perder los valores que aún poseían y perfeccionar sus técnicas delictivas.
En otro momento hemos analizado ciertos aspectos de la pena de muerte según la Torá. Hoy nos dedicaremos a estudiar el incidente en que sucede una muerte por imprudencia. Este caso está mencionado en varios pasajes de la Torá: (Exodo) Shmot (21:12-13), (Números) Bamidbar (35:9-34) y en (Deuteronomio) Devarim (4:41-43) y (19:1-10).
EXODO
21:12 El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá.
21:13 Mas el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.
DEUTERONOMIO
4:41 Entonces apartó Moisés tres ciudades a este lado del Jordán al nacimiento del sol,
4:42 para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con él nunca antes; y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida:
4:43 Beser en el desierto, en tierra de la llanura, para los rubenitas; Ramot en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán para los de Manasés.
En primer lugar, es menester aclarar que no se consideran del mismo modo todos los actos de descuido de las personas. El Talmud se extiende en examinar las circunstancias de los posibles casos y determinar en cada uno de ellos el procedimiento a seguir.
Es así que existen situaciones de riesgo cuya probabilidad de que termine en muerte es tan remota que se califican como de fuerza mayor, mientras que hay otros cuya negligencia es tan evidente que se juzgan como dolo eventual y afines a un asesinato premeditado. Están los demás incidentes en los que la desatención fue “intermedia”.
En los primeros casos, el inculpado termina siendo absuelto. En los casos de negligencia agravada, la Torá no nos da una sanción que rehabilite al criminal. Sin embargo, en los casos intermedios, la Torá determina que el culpable debe cumplir la pena de “Galut”.
Nosotros ya hemos escuchado este término en relación a nuestra vida de destierro en países ajenos durante los últimos 2000 años. Si bien intentamos sentirnos cómodos en las tierras anfitrionas, igualmente se trata de un exilio. El Galut (Tierra anfitriona) del asesino que mató por negligencia, no es muy distinto: debe vivir por muchos años en una ciudad ajena (son ciertas ciudades habitadas por los Leviim que están mencionadas en la Torá y otras análogas establecidas luego que el pueblo ingresó a la tierra de Israel). Las ciudades que amparan al asesino se denominan “Ir (pl. Arei) Miklat” (ciudad/es de refugio).
El lapso de tiempo que transcurrirá en esta situación, no la determinan los jueces. Debe vivir allí hasta la muerte del Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) que esté en funciones cuando ocurrió el hecho, una pena cuya duración jamás se sabrá de antemano y no la establecen los seres humanos, sino D”s.
La Torá no exonera a quien fue negligente porque “sucedió sin querer”. En Shmot (21:12-13) leemos que “si él no planificó (el homicidio), sino que D”s se lo hizo suceder…” El judío creyente sabe que nada en absoluto acontece si no fuese por la Voluntad de D”s, y no existen las casualidades. ¿Porqué D”s provocaría que suceda tal tragedia a manos de él? Rash”í explica, basándose en fuentes de TaNa”J, que el hecho de que uno fue protagonista de un accidente, obliga al actor del incidente a reflexionar – aun si no hubo intención.
Obviamente, todo esto nos parece muy extraño, pues hoy vivimos muy lejos de aquella realidad. Sin embargo, no obsta a que intentemos aprender el significado, para aplicar las enseñanzas que podamos en nuestras vidas.
¿En qué consiste este Galut?
La vida de los Leviim poseía una calidad espiritual mucho más elevada que la del resto de los judíos. Los Leviim no habían recibido una porción de tierra para cultivar como el resto del pueblo, sino sólo los terrenos adyacentes a sus ciudades. Su vida estaba dedicada al estudio y a la enseñanza de la Torá. La perspectiva de cómo se debe valorar la vida, cambia y aumenta radicalmente cuando se está inmerso en el estudio de la Torá.
Este es el ambiente en que deberá habitar el asesino durante un largo período después de haber ocurrido el incidente fatal. El contacto diario con los Leviim debe influir en su alma y restaurar la falencia espiritual que provocó la imprudencia.
Si bien, no podemos entrar en todos los detalles que hacen a la vida del “reo” en las ciudades de refugio, quiero mencionar ahora una de ellas: el homicida no se exilia solo. Si necesita a su maestro con quien estudiaba… ¡el maestro va al Galut con él! (Talmud Makot 10.). El objetivo, pues, no es aislarlo ni hacerlo sufrir, sino ubicarlo en un ambiente propicio para corregir su aspecto espiritual.
Asimismo, en el pasaje que mencionamos del libro de Bamidbar, encontramos que se nos indica juzgar al inculpado, y luego exhorta: “y salvará la comunidad”. ¿A qué se refiere cuando exige al tribunal “salvar al incriminado”? En principio esto quiere enseñar que el tribunal debe brindarle al acusado todas las oportunidades de defenderse y buscar los paliativos que lo favorezcan. El Talmud, sin embargo, agrega otra lección: el tribunal debe proveer al acusado de dos Sabios que lo acompañen y asistan en su camino a la ciudad de refugio. No solo eso, sino que los caminos que conducían a estas ciudades debían estar bien cuidados y señalados para facilitar que el imputado pueda llegar con facilidad a ellas.
Si se mira el mapa de cómo estaban asentados los judíos en la tierra de Israel, se encontrará con una incongruencia: la cantidad de ciudades de refugio era idéntica a ambos lados del Jordán. La pregunta es obvia: ¿Por qué habrían de establecerse tres ciudades de refugio en el otro lado del Jordán (Transjordania), siendo que solamente la habitaban dos tribus y media, mientras que deben existir la equivalente cantidad de ciudades del lado de Israel propiamente dicha (entre el Jordán y el Mediterráneo), donde habitaban las nueve tribus y media restantes?
El Talmud responde que: “BeGuil’ad nefishi rotzjim” (habitan muchos asesinos en Guil’ad – y por eso, se requieren más ciudades de refugio). No obstante, esto no responde a la dificultad inicial ¡pues las ciudades solo amparan a homicidas involuntarios y no a asesinos intencionales!
Una de las posibles respuestas vincula la cantidad de homicidios inadvertidos con los asesinatos premeditados. El hecho que en los territorios del otro lado del Jordán ocurran más muertes de una índole u otra, se debe a que no hay respeto por la vida. Al faltar este valor elemental, se dan asesinatos – y también muertes involuntarias.
En Devarim leemos que en el futuro – en la época mesiánica – cuando se amplíe el territorio de Israel – se sumarán tres ciudades adicionales a las seis principales ya existentes.
¿Por qué se agregan otras tres ciudades en una época en que esperamos que sea ideal en términos de paz y fraternidad? Los Sabios del Musar (estudio del auto-conocimiento humano), deducen de aquí que debemos tener conciencia que aun cuando “todo está bien”, es muy fácil caer en el abismo moral. Nadie jamás tiene una garantía de poder mantener el nivel ético alcanzado. Aun si viviéramos en la más ideal de las épocas, nadie está más allá del bien y del mal.
Estamos lejos del nivel de siquiera merecer tener estas ciudades de refugio. No obstante, estando a pocas semanas de Rosh HaShaná, esta lectura debe ser un buen impulso al momento de pedir a D”s por nuestras vidas, a saber respetar cada minuto de ellas – nosotros mismos.
Comentario personal:
Entremos en reflexión, y también a comprender que pueden ocurrirnos situaciones adversas que «pensemos que no merecemos» y no entendamos la razón por la cuál la estamos viviendo, pero esas situaciones aunque sean desagradables vienen del Eterno por alguna razón importante, porque como dice Rabino Daniel O. : «que nada en absoluto acontece si no fuese por la Voluntad de D”s, y no existen las casualidades«. Cuando se habla de «voluntad de Dios» se está hablando de que Dios asi lo quiere, así desea él que pase en tu vida. Porque esta situación adversa e injusta tiene el propósito de cambiar algo en ti y elevarte a una posición espiritual mayor.
Muchos aún piensan que esas adversidades son mandadas por el Satán y no que el Satán es enviado por el Eterno para que ocurran, y piensan que la solución a esto es reprender al Satán y meterse en un ayuno para alejar al demonio, sin percatarse de que esas situaciones vienen para abrirnos los ojos y para que brillemos más. Las situaciones adversas no son para derrumbarnos sino para fortalecernos.
Tenemos el caso de José, hijo de Jacob, que fue vendido por sus hermanos, fue encarcelado por su amo Putifar culpado por algo que no hizo y fué olvidado en la cárcel por su compañero, ¿Se merecía José sufrir tanto dolor?, ¿Se merecía su padre Jacob sufrir tal dolor por tanto tiempo? ¿Fue el Satán quién mandó todo esto a sus vidas o fue el Eterno?
Abraham como José tenían que ser trabajados, moldeados con estas pruebas. Abraham tenía una pena grande por la pérdida de la mujer que amó y se tornó sobreprotector con los hijos que salieron de ella. José al estar sobreprotegido por su padre se tornó «dependiente», y de esta situación se creo el celo y la envidia en sus hermanos. Al ellos (Abraham y José) haberse tornado en «Controlador» y «Dependiente», se formó una idolatría, recordemos que la raíz de la idolatría es la necesidad de controlar, nuestra necesidad de controlar «fuera de nosotros» a las personas y situaciones, por eso mismo el hombre crea a sus dioses. Al darse esta idolatría era necesario romperla.
También tenemos el caso de Job. Nos han enseñado a etiquetar a Job como el padre de la paciencia y creo que esa etiqueta nos ha vuelto un poco ciegos para ver lo que realmente estaba sucediendo. Job era un hombre de buen corazón, recto y temeroso de Dios, pero, tenía unos hijos que no poseían esa fe ni temían Dios. Job, por sobreprotección espiritual, ofrecía sacrificio por sus hijos en vez de corregirlos. Nuevamente estamos hablando de la necesidad de controlar.
JOB
1:5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.
Es así como Dios le quita todo, hijos, bienes y la salud, sin que Job pudiera tener control para evitarlo. No es sino hasta que se le abrieron sus ojos del entendimiento (revelación) que le fue devuelta su salud, la abundancia de bienes y de hijos.
JOB
42:1 Respondió Job a Jehová, y dijo:
42:2 Yo conozco que todo lo puedes,
Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
42:3 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía;
Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.
42:4 Oye, te ruego, y hablaré;
Te preguntaré, y tú me enseñarás.
42:5 De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven.
42:6 Por tanto me aborrezco,
Y me arrepiento en polvo y ceniza.
Si leemos lo que el Eterno le habló antes de que Job diera esa respuesta, verán que todo lo que le habló es en relación a la pregunta ¿Quién es el Dios, tu o yo? ¿Quién es el que controla todo, tu o yo?. Esta idolatría de Job también debía ser eliminada. Job hacía buenas obras pero este defecto tenía que ser desarraigado.
Cuando el Eterno nos dá su revelación, automáticamente lo que se tenía que sacar de nosotros desaparece para entronarse en nosotros la nueva información. Al ocurrir esto se cumple lo que habla Isaías:
ISAIAS
10:27 Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.
Y tú, ¿Qué injusticia estás viviendo hoy que tanto te causa sufrimiento, estrés o angustias? ¿Injusticia en el trabajo? ¿En tu casa? ¿En tu familia? o tal vez ¿Te sobrevino alguna enfermedad o algún ser amado está pasando por alguna enfermedad grave y crees que es injusto? ¿Trabajas mucho y tu salario no es justo? ¿Estás en prisión y no te lo mereces? y, ¿Estás estancado reprendiendo al Satán para que la situación se vaya y ésta no se va? o por lo contrario has sido sabio y has decidido huir al Refugio, donde serán abiertos tus ojos (sabrás la razón que lo causa y el por qué. Te verás creciendo y dando fruto) y estarás protegido (cesará el temor, la angustia y el lamento) de quién quiere tu vida.
Reformulemos ahora la pregunta, cierra tus ojos y reflexiona en ello:
…¿Qué necesidad de control tienes en tu vida?…
En el pasaje de EXODO 21:13, la palabra que está traducida como «HUIR» según la concordancia Strong, es la palabra «NES» número Strong H5251, que viene de la palabra «NASÁS» Strong H5264 que significa «BRILLAR de lejos«, i.e. ser conspicuo (Que goza de gran prestigio) como señal; elevar un rayo: enaltecer.
EXODO
21:13 Mas el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir (Brillar- será señal de prestigio- será enaltecido).
En estas Ciudades de Refugio donde sus habitantes eran sacerdotes y donde se estudiaba y se hacía Torah constantemente, el homicida experimentaría un cambio muy significativo y profundo en todos los sentidos, ahora tendría que acostumbrarse a una nueva manera de vivir y amar una vida llena de la presencia y la «revelación» de Dios, ahora él brillaría, como dice el Eterno «Yo te señalaré el lugar al cual ha de brillar«
Que agotador y consumidor de energías es necesitar «controlar» todo.
Es una carga que debilita el espíritu.
Fuente y agradecimiento:
Fuente: https://www.delacole.com/cgi-perl/medios/vernota.cgi?medio=lavozjudia&numero=416¬a=416-1
El texto contiene un error grosero producto de la sobebia quienes se creen que el Pueblo de Israel sólo está integrado por la Casa de Judá, me refiero al siguiente: «Si se mira el mapa de cómo estaban asentados los judíos en la tierra de Israel,…» ¿Cómo «los judíos» acaso el resto de las tribus no existían para Oppenheimer? Siempre la soberbia de creerse los únicos. Las tribus eran 12. Y volverán a reunirse cuando vuelva el Mesías Yeshúa.
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