Habacuc, su nombre deriva de una raíz hebrea  (חֲבַקּוּק de jabaq abrazar) o del nombre asirio de una planta semejante a una menta acuática. Algunas tradiciones carentes de base histórica lo relacionan con el hijo de la  mujer sunamita (2 Reyes 4:16), el centinela de Isaías 21:6 o Daniel en el foso de los leones (Dn. 14:33-39 Apócrifo).

Este Libro  habla de que, cuando, en tierras judías, Habacuc se disponía a llevar la comida kosher que había preparado a los campesinos judíos, un ángel lo tomó por los cabellos, lo llevó a Babilonia y lo introdujo en la fosa de los leones donde estaba encarcelado el profeta Daniel, para que éste se alimentara con aquélla; después, fue devuelto por el ángel a «su sitio». Recordemos que Daniel pertenecía a una familia judía noble, pero servía como funcionario en la corte dominadora babilónica, tras la destrucción del Primer Templo de Jerusalén.

El libro de la Biblia cuya autoría se le atribuye Habacuc, de acuerdo con los expertos, se escribió cerca del año 612 a. C., puesto que Habacuc 1:6 Se refiere al surgimiento de los Caldeos como potencia internacional, lo cual se relaciona con la caída de Nínive y el fin del poder de Asiria. Esta referencia significaría también que el libro se escribió antes del 605 a. C. pues no se da noticia la primera invasión los babilonios a Judea.

1:6 Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas.

Ha habido mucha discusión en torno a la fecha de la profecía de Habacuc. pero la palabra «caldeos» en 1:6 nos hace fechar la profecía para finales del siglo VII a.C. (El siglo VII a. C. comenzó el 1 de enero del 700 a. C. y terminó el 31 de diciembre del 601 a. C.) tiempo cuando los caldeos derrotaron a Egipto y marcharon contra el rey Joacim de Judá.

Necao y Psamético

A la doble queja del profeta (1:2-4,12,17):

1:2 ¿Hasta cuándo, oh Yehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? 
1:3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. 
1:4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia. 

1:12 ¿No eres tú desde el principio, oh Yehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Yehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar. 

1:17 ¿Vaciará por eso su red, y no tendrá piedad de aniquilar naciones continuamente? 

siguen las respuestas de Dios (1:5-11;2:1-5):

1:5 Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.
1:6 Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas. 
1:7 Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad. 
1:8 Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. 
1:9 Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena. 
1:10 Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará. 
1:11 Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.

y luego se vinculan cinco «ayes» contra el impío opresor (2:6-20).

1.- 2:9 ¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal! 

2.- 2:12 ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad! 

3.- 2:15a ¡Ay del que da de beber a su prójimo!

4.- 2:15b ¡Ay de ti, que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez! 

5.- 2:19 ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí está cubierto de oro y plata, y no hay espíritu dentro de él. 

Se argumenta que el opresor ha pisoteado el derecho y la justicia; el capítulo 3 es un himno, o una visión en forma de himno, celebrando la manifestación de Dios contra el invasor impío.

Dios a levantado a los caldeos para castigar a su pueblo, y esto parece contradecir la verdadera justicia, ya que los caldeos, a su vez, son un pueblo cruel y soberbio (1:6)

1:6 Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas. 

Frente a esta situación, Dios responde afirmando su rectitud: la arrogancia llevará su castigo y el que permaneciere fiel a Dios en la prueba verá el triunfo final del derecho divino (2:4) y se regocijará en él (3:18,19).

2:4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.

3:18 Con todo, yo me alegraré en Yehová, 
Y me gozaré en el Dios de mi salvación. 
3:19 Yehová el Señor es mi fortaleza, 
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.

En su doctrina de la fe. el apóstol Pablo profundiza esta enseñanza en la fidelidad de Dios (Ro. 1:17; Gá. 3:11), legítima ampliación del texto de Habacuc a la luz de la revelación en el Mesías.

Entre los manusritos encontrados en las cuevas del Mar Muerto se halla uno de Habacuc (con un comentario interpretándolo a la manera de la secta jusía de Qumrám), pero no se aporta ningún dato de importancia a nuestro conocimiento del texto.

Fuente y agradecimiento:

https://es.wikipedia.org/wiki/Habacuc_(profeta)

Diccionario Ilustrado de la Biblia. Editorial Caribe

https://www.historiaeweb.com/2015/02/06/historia-militar-de-la-dinastia-saita-de-egipto/