Estamos casi al final de nuestro estudio de los 10 Mandamientos de Dios, este es el noveno y próximamente el 10°. Mtto.

Si se acuerda de los últimos tres que ya hemos hablado; No mataras, No cometerás adulterio y no robaras. Son mandamientos que tienen que ver con agredir a otra persona, o/a sus familiares. Y ahora que vamos a hablar el 9° Mtto. Encontramos que tiene que ver con agresión a otra persona. Tratar mal a otras personas.

Éxo.20.16. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

¿Cuántos sabían que este es uno de los mandamientos de Dios?  Pero muchos ven a este mandamiento que solo significa “No Mentir”, de hecho muchas personas lo interpretan así. Pero déjenme decirles que esto no es así,  es más y se los voy a explicar: Mentir; es  un pecado que nos afecta a “nosotros”, el “dar falso testimonio”: es un pecado que afecta a las demás personas. ¡Esa es la diferencia! Pero lo interesante de este mandamiento es que las consecuencias, de “agredir” a una persona con un “falso testimonio” son muy parecidas a las de los tres pecados anteriores. Por ejemplo: Como el adulterio, el falso testimonio, puede arruinar tu familia, El que se digan cosas de ti que no son ciertas pueden arruinar tu familia, como lo arruina el adulterio. También como el robar, el falso testimonio, roba tu reputación, y como el matar, el falso testimonio, te puede matar socialmente.

Casi todo el mundo sabe de alguien que ha sido machada ya. La sociedad entera, la familia entera, la comunidad entera, los identifica como personas que su reputación esta manchada, es decir fueron “matados” socialmente.

Este pecado es tan “común”, que ya no le damos importancia. Dar falso testimonio, decir una mentirita de los demás, hablar mal de los demás, como que a esto no le damos importancia. Pero déjenme decirles que es un “PECADO MUY SERIO” y no que los demás pecados no sean serios, sino que las consecuencias de este pecado son “MUY GRAVES”

Hay dos áreas donde el “falso testimonio” está fuera de control: RELIGION y POLITICA.

En la Religión, nosotros sentimos que porque tenemos la “Verdad”, tenemos el derecho de hablar mal de los demás, de difamar a los demás, de decir cosas de los demás, que a veces no son ciertas. Por supuesto que el objetivo de la religión no es ese. Pero a veces actuamos de esa manera, porque nos consideramos poseedores de la verdad.

Y la otra área donde es muy común dar “falso testimonio” es la Política. Se arruinan la reputación de las personas especialmente cuando hay elecciones, se acuerda de esto en Junio/Julio de este año. Donde se trataba de arruinar la reputación de varios candidatos a elección popular, de parte de sus contrincantes. Y saben aprendí algo: “Yo no voto por alguien que se dedica a manchar la reputación de sus oponente”. A veces somos demasiado amarillistas o machistas, como mexicanos, y si vemos a un candidato que vocifera mucho y que habla mal de los demás, como que nos vamos de sus lado. Pero les quiero decir que Bíblicamente no es una manera correcta de actuar. No se vale ganar votos manchado la reputación de otros. Se han fijado que los debates, se parecen más al programa  de “Ventaneando” por los chismes que se dicen, que a un asunto serio. No se fijan en las plataformas o plan de gobierno que presentan. No vamos más por los “chismes”. Hay mucha difamación, falso testimonio, que no se comprueba, “solo se avienta la piedra y se oculta la mano”

Los Rabinos judíos, al chisme o la difamación le llaman: “Lashon hara” y quiere decir: “Lengua diabólica o lengua maléfica”.  En un libro llamado Talmud, dice: ¡Cualquiera que hable con lengua diabólica, Dios dice de él: él y Yo no podemos vivir, en el mismo mundo!, tal vez suene fuerte, pero se le da esta interpretación por parte de los rabinos judíos. Decían: si alguien  tiene una lengua maléfica, si alguien está difamando a los demás, ¡No puede convivir con Dios! Y Tiene razón, Dios es Santo, y la mentira y la falsedad, no puede verlas Dios

Pero ahora veamos que dice la Escritura:

San.3.6. Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. (VRV 60)

 

San. 3:6 De todas las partes del cuerpo, la lengua es la llama de fuego. Es un mundo entero de maldad, que corrompe todo el cuerpo. Puede incendiar toda la vida, porque el infierno mismo la enciende. (VL2000)

 

Está hablando de lo malo, de lo maléfico de la lengua. Y está diciendo que el infierno enciende nuestra lengua para decir cosas que nosotros no debemos de decir de los demás.

Por favor lean Loas cap. 3 y 4 de Santiago, para que vean la cantidad de mal que sale cuando hablamos:

Toda una familia de pecados: El noveno mandamiento incluye toda clase de mentiras, incluso el engaño, el fraude, el testimonio falso, la calumnia, los chismes, las adulaciones y los falsos halagos, las medias verdades, las insinuaciones que crean malas sospechas, el silencio premeditado o conspiración de silencio, las mentiras llamadas piadosas, las exageraciones, no cumplir con la palabra, etcétera.                   El punto es que frecuentemente hay algo que no es cierto, que no es verdadero en lo que decimos a otras personas, a nosotros mismos o aún a Dios.

 

La difamación es descrita (Según el Talmud) como una de las peores plagas, para los judíos era peor que derramar sangre, peor que cualquier inmoralidad sexual, peor que la idolatría, el dar falso testimonio, la difamación, es peor que todo lo anterior.

Y la pregunta que debemos hacernos es: ¿Porque no dar falso testimonio, viene ser uno de  los 10 Mandamientos? ¿Que lo hace tan importante que Dios lo pone como uno de los mandamientos para su pueblo?

La causa básica de este pecado:

No es difícil descubrir la causa básica de este problema. Desde la caída el hombre ha sido mentiroso y engañador. Dijo Jesucristo, «¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? porque no podéis oír mi palabra. Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. Él, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y porque yo digo verdad, no me creéis.» (Juan 8:43-45)

 

Aquí cuando Cristo habló del diablo como mentiroso y padre de toda mentira, se refirió a lo que sucedió en el jardín del Edén. La caída de la raza humana fue debida en gran parte a una mentira, la mentira que salió de la boca de Satanás. Esta mentira tenía que ver con la veracidad de Dios y específicamente con la palabra de Dios. El diablo dijo a Adán y Eva que «no morirían». Satanás se acercó a ellos con una mentira, un engaño, un testimonio falso que contradecía la palabra de Dios. Hizo una trampa y ellos creyeron su mentira.

Desde aquel momento hasta el día de hoy, la raza humana sigue siendo mentirosa. Cuando Satanás dijo que el fruto haría al hombre semejante a Dios en conocimiento, mintió. Después, cuando Dios vino al jardín de Edén para enfrentarlos con su pecado, ambos mintieron en su intento para evadir su culpa y responsabilidad. Desde aquel entonces, los hombres caídos han estado dispuestos a creer cualquier cosa, con excepción de la verdad. Desde aquel tiempo, los hombres han creído las mentiras del diablo respecto al pecado, respecto a sí mismos y respecto a Dios.

 

El Salmo 58:3 dice: «Se apartaron los impíos se desde la matriz; Descarriáronse desde el vientre, hablando mentira».

Rom.1.18. Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;

 

Rom.3.4. De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado.

 

«Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo…» (Efesios 4:25). Todos aquellos que no se han arrepentido, no pueden hacer esto.

Tenemos que entender que los mandamientos tienen como fin protegernos a nosotros, proteger nuestra familia, proteger nuestros hijos, proteger nuestras comunidades, proteger al Pueblo de Dios. Ese es el propósito de Dios. Y te voy a hablar de tres cosas que Dios quiere proteger.

1.- Dios quiere proteger el nombre de las personas.

Esto es muy interesante para mí, que Dios está interesado en la reputación de tu nombre, de mi nombre. Dios está muy interesado de lo que la gente piensa y dice de ti. Eso está muy cerca del corazón de Dios.  Y creo que lo podemos comprender mucho mejor cuando somos padres: a ninguno de nosotros nos gustaría que se estuviera hablando mal de uno de nuestros hijos, o que nuestras hijas tenga una mala reputación. Dios quiere proteger el nombre de cada uno de sus “Hijos”,

Vimos como en el 3er. Mandamiento, trata de proteger su “Nombre: YHVH”, “No tomes mi nombre en vano”.

Ahora no solo quiere que protejamos “Su Nombre”, sino también el de sus “Hijos”. Del propio y el de los demás, la reputación de las demás personas. Porque de acuerdo a Las Escrituras: La reputación; vale más que el oro.

Prov. 22:1 De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas; y la buena fama más que la plata y el oro. (VRV 60)

 

Y no sabemos o no nos damos cuenta de esta verdad, hasta que perdemos la reputación. No nos damos cuenta del valor de un buen nombre, hasta que agarramos mala fama en alguna área de nuestra vida. Pero Dios dice: ¡“Tu nombre” es muy importante, y lo quiero proteger! ¡Yo te cree a mi imagen y así como cuido mi Nombre, Yo quiero que tu nombre sea cuidado! ¡Dios quiere cuidar el nombre de cada uno de sus hijos!

Pero hay algo muy interesante, cuando nosotros pensamos en la “reputación”, pensamos que la reputación es responsabilidad de la persona de la cual se está hablando. ¡Tiene mala reputación, es su problema! ¡Él se ganó esa mala reputación! Pero déjenme decirles lo siguiente: Nuestra reputación está diseñada por los demás, tal vez yo doy luz a esa reputación, tal vez yo digo o hago algo que provoca cierta reacción en la gente. ¡Pero parece que la “reputación” la diseña gente! Los demás empiezan a formar realmente la persona que nosotros somos.

¿Qué es la reputación? ¡Reputación es la opinión o estima que se tiene de alguien o de algo!

Por ejemplo: Un restaurante. Tú vas a un restaurante, que te gusto mucho, te atendieron muy bien, la comida es muy rica. Y empiezas a hablar con tus amigos: ¡Deberías de ir a ese restaurante, te va a gustar mucho, te tratan muy bien te sirven muy bien! Empezamos  a darle buena fama a este restaurante. Lo único que tuvo que hacer el restaurante es                 ¡O cocinar bien o cocinar mal! Pero de ahí viene la reputación.

De la misma manera las personas, recibimos nuestra reputación de la opinión que los demás tienen de nosotros. Pero aquí algo muy importante que tenemos que entender: A veces la opinión que la gente tiene de nosotros. ¡Puede estar basado en la verdad! ¡Pero a veces puede estar basado en mentiras, en prejuicios, en rumores, en percepciones equivocadas, o en difamación! ¡Alguien dijo algo de ti y esa es tu reputación!

Hace tiempo me encontré en una tienda con un pastor que hace años que no veía, del cuan había yo oído una serie de cosas, por lo cual adquirió una mala reputación, y lo salude, platicamos unos momentos, y antes de despedirse me dijo: ¡No todo lo que se dice de mi es cierto! Me pareció muy interesante, dijo ¡Tal vez haya algo cierto de lo que se dice, pero no todo lo que se dice de mi es cierto! Y me dio lastima, me dio lastima en pensar en esa carga que él tiene que llevar todos los días de su vida, porque la reputación que se le ha dado en la sociedad cristiana, es una reputación terrible.

Y tenemos que entender esto, cuando nosotros estamos hablando algo de otras personas, estamos manchando el nombre de la persona, la reputación de otra persona, podemos estar destruyendo su familia, su negocio, su ministerio, cuando nosotros decimos cosas, que son falsas.

Y el problema de la reputación, es que es muy difícil de superarla, de arreglarla. Es muy difícil superar una mala reputación. Es por eso que dice dicho: ¡Cría fama y échate a dormir! ¡No tienes nada más que hacer! ¡O sea si ya tienes una mala reputación, échate a dormir, porque muy difícilmente la vas a poder superar!

De esto Dios está preocupado. Dios está preocupado de que injustamente nosotros hablemos cosas de nuestro prójimo que lo van a dañar, que lo van afectar. Por eso Dios dice: ¡No des falso testimonio en contra de tu hermano, de tu prójimo! ¡Quiero proteger su nombre, dice Dios!

Y de acuerdo a este mandamiento, yo soy responsable a hasta cierto punto, de la reputación de mi prójimo. Somos responsable de la reputación de los demás. ¡No debo dar falso testimonio!

Y quiero hablarles de otras cosas. Porque aparte de que Dios quiere proteger el nombre de las personas.

2.- Dios quiere proteger la verdad.

Es muy importante que Dios quera proteger la verdad, este mandamiento tiene que ver con la verdad.

Las palabras falsas, son el reflejo de nuestro corazón, las mentiras reflejan la condición moral del mundo en que nosotros vivimos. Y el mundo en que vivimos la verdad no importa mucho, se tuerce la verdad, se contamina la verdad, la mesclamos con la mentira, y realmente no nos preocupamos por la verdad. Dios es celoso de la verdad. Porque Él es verdad, Yeshua dijo yo soy la verdad, y él quiere que nosotros defendamos la verdad como hijos suyos, Dios quiere que defendamos la verdad en la vida de nuestro prójimo, en la vida de los demás.

Pero algo muy interesante acontece y creo que van a estar de acuerdo conmigo. Cada vez que hablamos de estar del lado de la verdad lo limitamos a la verdad doctrinal. Si cuando los creyentes decimos que debemos de estar del lado de la verdad lo limitamos a La palabra de Dios. Pero escuchen esto, espero que se lleven algo en este día. La Biblia hace mucho más énfasis en que luchemos por la verdad en nuestros corazones y la verdad en nuestras palabras acerca de los demás, que la verdad doctrinal. ¿Lo entendemos?

Esto es muy importante. No esto diciendo que la verdad doctrinal: La Palabra de Dios, no sea importante. ¡Es importantísima!  ¡Pero el énfasis, en la misma Palabra de Dios está del lado de nuestro corazón y de la verdad de nuestras palabras! : ¡Lo que nosotros decimos de los demás!

Pero en la práctica nosotros tenemos un desequilibrio  total, ¿verdad? Actuamos como defensores de la verdad, pero en nuestro corazón hay mentira, en nuestras palabras hay mentira, acerca de los demás. Y no estoy diciendo que no se deba defender la verdad doctrinal: La Palabra de Dios. Estoy hablando de defender la Verdad en nuestro corazón y en nuestra palabra. Hay muchos versículos acerca de esto, pero este lo resume completamente:

Pro.6.16. Seis cosas aborrece YHVH, Y aun siete abomina su alma: 17. Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, 18. El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, 19. El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos. (VRV 60)

 

Pro. 6:16 Hay Seis cosas que el Señor odia, no, son siete las que detestan sus ojos:

17 Los ojos arrogantes, la lengua mentirosa, las manos que matan al inocente,

18 el corazón que trama el mal, los pies que correr a hacer lo malo,

19 el testigo falso que respira mentiras, y el que siembra discordia entre en una familia. (VL200)

Dios detesta esto, lo aborrece: “La lengua mentirosa, el falso testimonio, que viene a sembrar discordia en una familia

Y yo quisiera que al estar escuchado esta platica, estemos examinando nuestro corazón y veamos si fácilmente nosotros hablamos cosas acerca de los demás que son mentiras o son verdades mescladas con mentiras. Porque Dios es muy celoso de esto. De lo que nosotros hablamos, de lo que nosotros decimos.

Hay unos consejos muy prácticos en esto de hablar acerca de las demás personas,

=Rechaza la mentira y defiende la verdad en otras personas.

Cuando tú escuchas que alguien habla de un compañero de trabajo, de un socio en tu negocio, de alguien en la congregación, de algún familiar. Rechaza la mentira y defiende la verdad en esa persona. Habla de las cosas que son verdad en esa persona. No te quedes con los brazos cruzados cuando se está hablando mal de una persona y se están diciendo mentiras.

=No disemines mentiras.

Es una tentación tan grande: ¡Escuche algo! ¡Me dijeron algo! ¡Leí algo! Y lo empiezo a hablar, o a comunicar por algún medio, sin tener la certeza del hecho, estoy diseminando mentiras.

=No critiques lo que no entiendes.

Analízalo, estúdialo, pero no critiques, no juzgues a una persona, si no tienes la información completa o correcta del asunto y no lo entiendes.

=No repitas lo que no has confirmado con absoluta certeza//.

Esto es muy importante. Pero si aún tienes la absoluta certeza de que eso es cierto, debes hacerte varias preguntas: ¿Debo decir esto? ¿Cuál es mi motivación para decirlo? ¿Qué es lo que voy a provocar? Y en un momento vamos a ampliar más este punto.

Tú puedes estar diciendo la verdad de alguien y puedes estar violando el 9° Mtto.  ¿Porque? ¡Porque se lo digo a la persona equivocada! ¡Por las razones equivocadas! ¡En el lugar equivocado! ¡En el contexto equivocado! 

Imaginémonos esta escena: estamos en una reunión de Diputados y un Secretario de Gobierno, al que le están preguntando sobre un asunto especifico, y se para un diputado, y le dice algo que es cierto: “¿No es cierto que su hermano estuvo en la cárcel?”, y lo dice enfrente de todos. ¿Cuál era la intención? “la difamación”, lo que dijimos al principio: “Lasho hara” se refiere a difamar a los demás con mentiras o con verdades, para hacerlo quedar mal ante los demás.

=No confundas especulaciones con la verdad.

Especular: 1.-Idea o pensamiento no fundamentado y formado sin atender a una base real.

«es preciso trabajar con datos demostrados y no con meras especulaciones»

2.-Pensamiento, meditación o reflexión en profundidad sobre alguna cosa.

«especulación filosófica»

 

La gente especula acerca de ti mismo, y tú no quieres que te juzguen por una especulación. No bases tus comentarios en sospechas, rumores, o en cosas dudosas.

Y este que sigue es muy importante:

=No juzgues las intenciones de las personas:

1Co.4.5. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

Porque es muy común, al escuchar a una persona decir algo, juzgamos sus intenciones: “Piensa mal y acertaras”  “El león cree que todos son de su condición” son dichos del mundo.

Y no podemos juzgar las intenciones del corazón de los demás.  Usemos la inteligencia cuando se está hablando de personas que tú conoces, usa tu inteligencia, aparte del comentario que te están dando piensa por un momento: ¿Sera cierto esto de esta persona? ¿Lo conozco? ¿Conozco a su familia? ¿Puedo comentar algo? Ten en cuenta que la gente puede malinterpretar algo que se dijo, la gente lo puede sacar de contexto, la gente regularmente exagera lo que escuchan. No conocen las intenciones de esa persona. ¿Estamos de acuerdo?

Me recuerda el juego del teléfono descompuesto:

La historia del General que va a: “Explicar un eclipse de sol” y termina “Siendo eclipsado por el sol”. ¡De una persona a otra ya se cambió o exagero el asunto, y de otra a otra a otra a otra igual! ¡Al final no tenía nada que ver con lo que se dijo al principio!

=No repitas, lo que escuchaste decir a personas que respirando odio hablan de defender la verdad.

Esto golpea más cerca de nosotros. Si alguien dice estar defendiendo la verdad, pero respira odio, está viviendo una mentira, alguien que defiende la verdad, la debe defender en su totalidad, completamente, sin odio, o se vuelve una mentira, no repitas cosa alguna de esa persona.

3.- Dios quiere proteger la comunidad

Este mandamiento si lo escuchas bien, suena como una declaración delante de la corte: ¡No des falso testimonio en contra de tu prójimo! Nos da la idea de una Corte Judicial, donde  está un Juez, está un acusado, y yo vengo como testigo, y doy un falso testimonio delante de las personas. Y eso es lo que estamos haciendo, tal vez no estamos yendo a una corte, pero socialmente estamos llevando a las personas a una corte. Cuando damos falso testimonio lo llevamos a la corte en la comunidad, en el trabajo, en la escuela, en la congregación, en la familia, en la ciudad, en el país.

Muchos candidatos a puestos electorales, fueron llevados a la corte “social”, ya que la gente los juzgo dependiendo de lo que se dijo de ellos, falso o verdadero y ya fue condenado.

Y las palabras que nosotros decimos “corren”, “corren”, como el viento, sin control.

Si yo les preguntara en este momento a ustedes, cuantos de ustedes “Conocen al Presidente Peña Nieto”, No que lo viste por tv, o periódico, o mitin político. Sino personalmente.  La mayoría diría, ¡No! ¡NI yo lo conozco! Pero si te digo que conoces a alguien que conocen a alguien que conoce al presidente, tal vez me digan que ¡Si o no!, Y si les pregunto si conocen a alguien, que conoce a  alguien, que conoce a alguien que conoce al presidente.  La mayoría diría ¡Sí! De hecho no vamos a pasar de 5 personas, fíjense que interesante. Eso significa que lo que yo diga del presidente (a veces más rápido por las redes sociales) solamente está a 5 o 3 pasos de llegar a él.

O sea lo comentarios que nosotros hacemos pueden llegar a los lugares más elevados o a los lugares más escondidos o más lejos, por causa de las comunicaciones ahora. Se acuerda del comentario que hiso el señor Francisco a un amigo en Argentina, que esperaba que ese país no se “Mexicanizara”, haciendo alusión a la droga de nuestro país. Rápidamente se supo y hubo un problema ente el vaticano y México. ¡Entonces tengamos cuidado!

Lev.19.16. No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo YHVH. (VRV 60)

 

Lev. 19:16. No disemines chismes difamatorios entre tu pueblo. No te quedes con los  brazos cruzados cuando la vida de tu prójimo corre peligro. Yo soy el Señor (VL2000)

Dios nos está diciendo: El falso testimonio es un atentado contra del pueblo, contra de la comunidad, no nos podemos quedar de brazos cruzados ante difamaciones. Tenemos que defender a la comunidad. Es mucho el daño que se hace. Alguien dijo que cuando damos falso testimonio, primero nos hacemos daño a nosotros mismos, hacemos daño a la persona que estamos difamando y hacemos daños a la persona que escucho lo que estamos diciendo. Es mucho el daño que estamos haciendo.

Nuestro falso testimonio lleva al juicio y a la sentencia y hasta cierto punto la exclusión de las personas.

En la antigüedad eran condenados al “Ostracismo” les explico 1.-En la Grecia antigua, era el destierro a que se condenaba a los ciudadanos que se consideraban sospechosos o peligrosos para la ciudad. 2.-Aislamiento voluntario o forzoso de la vida pública que sufre una persona, generalmente motivado por cuestiones políticas o religiosas. Era como una “lepra social”, ya no se podía relacionar con nadie. Porque algunos dijeron que él era malo.

 

Y parece curioso, tal vez no se usa la palabra, “ostracismo”, pero cuando estamos dando falso testimonio, condenamos a una persona al aislamiento forzoso. Vean los casos de “Bulín”, en escuelas, trabajos, familia, política, religión, etc. por medio de las redes sociales, donde por un falso testimonio, se han suicidados muchas personas, principalmente niños y jóvenes.

 

Casi terminamos, pero esto es muy importante:

 

¡Desconfía de tu naturaleza pecaminosa!

 

¡Todos somos pecadores! Tenemos que desconfiar de nuestra naturaleza pecaminosa. Desconfía de tu juicio, desconfía de tu lengua, porque nuestra naturaleza pecadora nos lleva a hacer juicio y condenar a los demás. Les  hago una pregunta: ¡Cuando escuchas malo de alguien!: ¿piensa que es culpable, o piensas que es inocente?

¡No me contesten! ¡Todos pensamos que es culpable! Inmediatamente cuando escuchamos algo de alguien, ¡la mayoría de nosotros pensamos es culpable! Y eso se debe a nuestra naturaleza pecaminosa.

Déjenme ir más allá y decir lo siguiente: ¡A veces hasta nos da gusto! el oír que alguien tropezó, especialmente si teníamos una mala opinión de esa persona, nos da escuchar que esa persona tropezó o le fue mal. Secretamente, no lo decimos abiertamente, pero nos da gusto escucharlo. Preferimos escuchar algo malo de nuestros hermanos que algo bueno de ellos

¿Me están poniendo atención? ¡Preferimos escuchar algo malo de otras personas, que lo bueno! Y esto habla de nuestra naturaleza pecaminosa.  ¡Esto es para todos nosotros!

Yo debo de examinarme cada vez que voy a decir algo, porque mi naturaleza me va a llevar a juzgar a esa persona injustamente. Mi naturaleza pecaminosa me va a llevar a deleitarme en el mal de la otra persona.

Cuando tú vas a hablar de una persona pregúntate: ¿Diría yo lo mismo de esta persona si estuviera presente? ¡Normalmente no lo haríamos!

No des falso testimonio a menos que estés dispuesto a arrojar la primera piedra. A menos que estés dispuesto a acabar con la vida de alguien. ¡No des falso testimonio!

Deu.17.7. La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti. (VRV 60)

 

Deu.17.7. Los testigos deberán arrojar las primeras piedras, y luego se sumaran todo el resto del pueblo. (VL2000)

Cuando veo este mandamiento, como que no lo entendía, al principio, porque decía ¡Qué barbaridad!, pero me acuerdo de un caso. Y Digo, ¡Señor perdóname, no sabía!

Núm.15.30. Más la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a YHVH; esa persona será cortada de en medio de su pueblo.

  1. Por cuanto tuvo en poco la palabra de YHVH, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella.
  2. Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. 33. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; 34. y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. 35. Y YHVH dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. 36. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como YHVH mandó a Moisés.

 

Los testigos tenían que estar seguros del hecho, de lo que vi, de lo que digo, estoy seguro de lo que escuche, ¡Porque tengo que tirar la primera piedra! ¡Y luego se une el pueblo! Así era el juicio y el castigo. Y todos participaban. ¿Y si fue falso testimonio? ¿Cómo quedamos? 

¿Estás seguro de lo que dices? Y aquí es donde nos debe entrar el “Temor de Dios” en nuestros corazones, Temor de Dios, para no decir algo falso de los demás, algo que no es cierto.

Yo espero que El Espíritu Santo, nos esté llevando a examinarnos y a pensar en las veces que hemos dicho, algo que incendio a los demás, y no tiene que ser una gran población, o grupo, puede ser una comunidad, un trabajo, un salón de clases, una familia.

Pero aquí entra la manera que Yeshua nos enseña, ya que el ve la intención de la Ley de su Padre: “Según los hombre La Ley dice”: ¡Si tu viste lanza la primer piedra! Veamos un caso:

Jua.8.3. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4. le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? 6. Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. 7. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11. Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

 

Yeshua no desarma, siempre ve el Espíritu de la Ley, más allá de lo que nuestro ojo ven.

La ley te podrá decir una cosa = según el hombre religioso =, Pero Yeshua nos lo explica claramente. Aun cuando alguien ha hecho algo mal, aun cuando alguien ha dicho algo mal, Yeshua nos desarma y hace que dejemos caer las piedras, con las que podríamos haber arrojado al pecador. Fuera muy bueno, que cada uno de nosotros antes de hacer juicio, arrojáramos las piedras. Pero no aprendemos, en algunos caso seguimos regresando a la Ley estricta, o a vivir si Ley.

Este fue un  Rabino de una población en Holanda, que fue muy querido por la población judía del lugar, hasta que llego un forastero,  y por razones que nunca dijo empezó a hablar mal del Rabino, con cualquier persona que quisiera escucharlo, en la plaza, en el mercado, hasta visitaba a la gente en su casa. Y hablaba muy mal de Rabino, diciendo cosas falsas de él, esto empezó a mermar la credibilidad la reputación del Rabino. Y la gente empezó a “cuestionar” la vida y acción del Rabino. Y llegaron a decir en base a los falso comentarios del extranjero: “Es cierto el Rabino está equivocado”, muchos se pusieron en su contra. Y esto destrozo al Rabino y dejo la Sinagoga, a otro rabino. El forastero se quedó en el pueblo. Y pasaron varios años, fue a ver al Rabino, y le dijo que “Lamentaba haber dicho las mentiras sobre él a la población” ¿Que podía hacer para remediarlo?  . El Rabino le pidió que fuera a su casa y tomara una almohada de plumas y cuando hubiera viento, la abriera para que salieran las plumas y el viento se las llevara.  El Forastero hizo como le había pedido el Rabino que hiciera. Y regreso con el Rabino. ¡Y le dijo hice lo que me pediste! ¿Qué más hago? El Rabino le dijo, ¡Ahora toma la funda y vuelve a meter todas las plumas a la almohada! El forastero dijo: ¡Eso es imposible! El Rabino le contesto, precisamente eso quería que entendieras, ¡No hay nada que puedas hacer para enmendar el mal que ya me hiciste, por haber arruinado mi reputación!

Piensa en tu peor enemigo, y piensa en lo que te dice Yeshua, “Si estas libre de pecado, si habla en contra de él, si difámalo ese socio que te hizo mal, ese compañero que te trato mal, ese vecino, piensa en todas esas personas, y piensa que lo que digas que lo que hagas   tendrán consecuencias que afectaran a esa persona para siempre, Y hagamos como nos dice Yeshua: «arrojar esa piedras al piso”, olvidarnos de ellos, checar nuestros bolsillos, nuestras bolsa, a ver si no traemos piedras. Checar nuestros corazones, a ver si no traemos piedras en él. ¡Y no usarlas! ¡No dar Falso Testimonio en contra de los demás!

¿Cómo la ven?

Efe.4.25. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

 

San.4.5. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? 6. Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 7. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las  manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 9. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.

  1. 10. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Editado por: Al Eved   04/08/5776

 

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