El Tunel del Rey Ezequías
Esta antigua inscripción hebrea detalla la construcción de un túnel por el rey Ezequías con el objeto de proteger su suministro de agua ante la invasión asiria.
Aunque es bastante común encontrar inscripciones u otra información acerca de personas y lugares mencionados en la Biblia, es mucho más difícil hallar verificación arqueológica de sucesos específicos registrados en las Escrituras. Por su misma naturaleza, los sucesos son transitorios y rara vez se registran de manera que puedan sobrevivir a los estragos del tiempo.
No obstante, en el Museo Arqueológico de Estambul se pueden apreciar las pruebas de un suceso en tiempos del rey Ezequías.
En 2 Reyes 20:20 leemos el siguiente relato:
“Los demás hechos de Ezequías, y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?”
Hoy en día, quienes visitan Jerusalén pueden caminar a través de este mismo túnel que los ingenieros de Ezequías usaron para desviar las aguas de los manantiales de Gihón, que normalmente corrían fuera de la ciudad. Para ello, cavaron un túnel por debajo de Jerusalén, de manera que el agua pudiera fluir y caer en una pileta dentro de sus muros.
El túnel, de unos 500 metros de largo, construido aproximadamente en el año 701 a.C., es una de las grandes maravillas de la ingeniería del mundo antiguo. Descubierto en 1838 por el afamado arqueólogo estadounidense Edward Robinson, este túnel reveló uno de los secretos de su método de construcción cuando un muchacho árabe encontró tallada en una de sus paredes una antiquísima inscripción hebrea, que explica cómo dos equipos de hombres, trabajando desde extremos opuestos, cavaron simultáneamente hasta encontrarse en el medio. La inscripción fue llevada más tarde a Estambul por orden de los gobernantes otomanos de la ciudad.
2 CRONICAS 32:30
Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David.
Este túnel servía para desviar el agua del manantial de Gihón hacia el estanque de Siloé. Sin agua una ciudad no podía sobrevivir.
La inscripción en hebreo antiguo que describe el túnel fue excavado simultáneamente desde dos direcciones fue inmortalizado con la siguiente inscripción:
“El túnel ha sido completado… mientras que los excavadores empuñaban el hacha, cada hombre hacia su compañero… y con tres codos más para cavar, se escuchó la voz de un hombre llamando a su compañero… los excavadores picaban cada uno hacia el otro, hacha contra hacha, y el agua brotó del manantial al estanque, a una distancia de 1,200 codos… “
La salida del túnel te lleva al estanque de Siloé donde Jesús mando al ciego a lavarse después de haber escupió en tierra, hacer lodo con la saliva, y untar con el lodo los ojos del ciego. El ciego fue al estanque y se lavó y regreso viendo. (Juan 9:1-12)
Un análisis científico del hormigón que reviste el Túnel de Ezequías (foto), el cual lleva agua hasta el Tanque de Siloé, bajo la Ciudad de David, en Jerusalén, reveló que la edad de la construcción coincide con la cronología descripta en la Palabra Sagrada, en 2 Reyes y en 2 Crónicas.
Geólogos de la Universidad Hebraica de Jerusalén realizaron pruebas con carbono-14 en el revestimiento del acueducto subterráneo y concluyeron que fue construido alrededor del año 700 antes de Cristo (a.C.), no sólo para la conducción hídrica con el fin de abastecer la Ciudad de David – núcleo fortificado de la antigua Jerusalén – sino también como una forma de enfrentar la invasión de la Asiria de Senaquerib, el pueblo más poderoso de Oriente Medio en aquellos tiempos y enemigo de los judíos.
En 2 Crónicas, vemos que Ezequías no deseaba que Judá se sometiera a Senaquerib, y concibió un pasaje secreto. El ejército asirio se acercó para sitiar la ciudad, entonces, los judíos bloquearon todas las fuentes de agua de la región a su alrededor para que el enemigo no tuviera cómo saciar la sed. De la fuente de Giom, la única perenne de aquella época, canalizaron el líquido por debajo de la tierra hasta la zona subterránea de la Ciudad de David, garantizando el abastecimiento para los aislados en la fortaleza. Al mismo tiempo, el largo túnel, que no estaba enteramente ocupado por el agua, servía como una eficiente ruta de escape hacia más allá de las murallas, lejos de los ojos de la tropa de Asiria.
El conducto alimentaba el famoso Tanque de Siloé, donde siglos más tarde, Jesús, curaría a un mendigo ciego, como lo cuenta el famoso pasaje bíblico del capítulo 9 del libro de Juan.
El túnel parte de la Fuente del Gihón en Jerusalén, que es la única que tiene agua durante todo el año. El pasaje está abierto al público, es una atracción bastante apreciada en el verano israelita – los visitantes hacen el recorrido con agua, muchas veces, hasta las rodillas, lo que no es nada agradable en invierno. El túnel se encuentra en las cercanías del casco de la ciudad, por debajo de la Explanada de las Mezquitas. –
2 Crónicas
32:28 Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino, y del aceite; establos para toda clase de bestias, y apriscos para los ganados.
32:29 Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran abundancia; porque Dios le había dado muchas riquezas.
32:30 Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo.
Exelente informacion gracias bendiciones.
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Gracias hermana Elizabeth que interesante.
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