Nos han enseñado, desde siempre que la gracia es un “don o regalo inmerecido” de Dios. Y que gracias a ese don, nuestros pecados son perdonados, viviendo sin estar bajo la ley y sin ningún parámetro que nos enfoque en lo que está bien para el Señor, y lo que está mal. Por eso se considera que cuando uno peca puede pedir perdón a Dios, y Él, en su infinita gracia le perdonará. Aunque en cierta medida la premisa está bien, no podemos decir que esté correcta. Veamos, entonces si podemos pecar porque sí y que el Señor nos perdone indefinidamente, aun haciendo lo malo y sabiendo que lo estamos haciendo mal. Rom. 6: 15. “¿Entonces, qué? ¿Pequemos, pues no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!” Generalmente no conocemos el único significado de la palabra pecado. Esa definición nos la da Juan, en una de sus cartas: “Todo el que practica el pecado, también practica la infracción de la ley, porque el pecado es infracción de la ley.” 1 Jn. 3:4. Por lo tanto, tenemos que volver a rever este término, porque no podemos ir contra la ley y a la vez decir que no estamos bajo la ley.
– ¿Qué ES la gracia? Según la concordancia Strong, gracia es: «La influencia divina sobre el corazón, y su reflejo en la vida». Tito 2:11-14 dice: “Porque la gracia salvadora de Dios fue manifestada a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos sobria, justa y piadosamente en el mundo presente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesús el Mesías, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.” La gracia de Dios no se refiere únicamente al perdón de Dios, sino que se refiere específicamente al poder que Dios nos da para dejar de practicar el pecado en nuestra vida diaria y vivir una vida santa, día tras día. «No recibáis en vano la gracia de Dios» nos dice Shaúl (Pablo) en su segunda carta a los corintos 6:1. No dejemos de buscar la santidad, y tratemos de dejar el pecado (la transgresión de la ley), porque si no ¿qué nos quedará? La carta a los hebreos es muy clara, en el capítulo 10:26-31, mostrándonos que habiendo confiado en el señor Yeshúa es aún más fuerte la transgresión por el pecado: “Porque si continuamos pecando voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado, sino una horrenda expectación de juicio y ardor de fuego que va a consumir a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto peor castigo pensáis que merecerá el que pisoteó al Hijo de Dios y tuvo por inmunda la sangre del pacto, en la cual fue santificado, y ultrajó al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, Yo pagaré. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”
– Entonces, ¿la gracia se encuentra en contraposición con la Ley? Yeshúa es el ejemplo más claro. Lc. 2:52. “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” Mt. 5:17-22 también dice: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; más cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.” Otro ejemplo lo encontramos en Hch. 6:8. “Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.” Esteban era un hombre lleno del Espíritu del Señor, y el Altísimo lo usaba para su gloria, pero cuando lograron apresarlo se le acusaba de no guardar la Ley: vs. 13,14: “Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley; pues le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres que nos dio Moisés.” Si Esteban hubiera transgredido la ley no hubieran necesitado poner testigos falsos.
– ¿La gracia solo se ha manifestado en el Nuevo Testamento? ¿Cuándo se ha manifestado? La mayoría de los cristianos tienen o tenemos el concepto de que existen dos dioses diferentes: uno del Nuevo Testamento, que da la salvación sin pedir nunca nada a cambio… y otro el del Viejo Testamento, que es un Dios duro y legalista, que solo trae juicio. Pero este concepto se produjo en una edad muy temprana de la iglesia, en el siglo II, por el “teólogo” Marción del Ponto. Pero en el idioma hebreo se utiliza la palabra “chen”, cuya primer mención es en Gen 6:8. Pero Noé halló gracia ante los ojos de YHVH.” Esa palabra se deriva de “janan”, que significa “gracia, favor, buena voluntad, bondad, agradable, dar un regalo, compasión.” La encontramos 69 veces en el Antiguo Testamento. Otras, dentro de tantas citas, también es Gen. 39:21. “Pero YHVH estaba con Yosef, mostrándole gracia y dándole favor a la vista del jefe de la prisión.” Ex. 34:7. “Mostrando gracia hasta la milésima generación, perdonando iniquidad, transgresiones y pecados; aun absolviendo al que no es inocente, pero causando los efectos negativos de las ofensas de los padres que sean experimentados por sus hijos y nietos, y aun por la tercera y cuarta generaciones.” Ruth 2:20. “Naomi dijo a su nuera: Sea él bendecido por YHVH, quien nunca ha cesado de mostrar gracia, a los vivos ni a los muertos.” Job 10:12. “Me otorgaste vida y gracia; tu cuidadosa atención preservó mi ruaj (espíritu).” Prov. 3:34. “YHVH resiste al orgulloso, más da gracia a los humildes.” Jer. 31:2. “Así dice el Señor: «El pueblo que escapó de la espada ha hallado gracia en el desierto; Israel va en busca de su reposo».” Y como éstos muchísimos ejemplos mas encontramos en el Antiguo Pacto. Lo que nos da a pensar, que si su gracia no hubiera estado con los hombres, la humanidad nunca hubiera llegado hasta la venida del Mesías, porque la sentencia sobre cada persona que peca es la muerte… pero por la gracia del Altísimo la humanidad halló gracia bajo sus ojos.

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