Nahum «Yejová ha consolado». De él sólo sabemos que era oriundo de la localidad de Elcos (1:1), al sur de Judá.
No es fácil fechar sus profecías, pero podemos hubicarlas entre la caída de Tebas (663 a.C., Nah. 3:8) y la de Nínive (612 a.C.). en este lapso el rey Nabopolasar funda en 625 a.C. el (Babilonía), que domina la escena poe tres cuartos de siglo.
El último enemigo que somete es la decadente Asiria, a la que Egipto se había aliado. La caída de Nínive sella la derrota final del imperio asirio, que había ejercido su brutal dominación en toda la región, y es por ello celebrada en todo el Medio Oriente como una liberación.
El libro de Nahum describe y celebra esta caída, interpretándola para el pueblo de Judá.
El libro comienza con un poema acróstico (1:2-10), tal vez un himno (lo que ha hecho a algunos estudiosos suponer que es una unidad independiente, que quizás se utiliza como himno de alabanza por la caída del opresor)., en que se celebra la venida de Yejová con potencia para castigar a sus enemigos y salvar a su pueblo, 1:11-15 contiene un mensaje de promesa para Judá, pero desde 1:10,11 se anuncia el juicio y la amenaza contra Nínive que continúan en 2:4-13. La descripción de la derrota de Asiria es particularmente vívida (2:3-7). El juicio de Dios se presenta por las fuerzas desatadas de la naturaleza que cumplen si propósito (1:1:3-5; 2:6). Dios ha utilizado a Asiria para disciplinar a su pueblo, pero ahora el castigo se ha cumplido y Dios castiga la soberbia de Asiria (Nínive es su capital) (1:12-14) y quiebra su yugo de sobre su pueblo (v.13). Ahora Judá puede celebrar sus festividades y cumplir sus votos (1:15). El anuncio de la liberación se introduce con el hermoso pasaje de 1:15, 1ue halla un eco en Isaías 52:7 (Ro.10:15; Ef. 6:15).
Jenofonte (fue un historiador, militar y filósofo de la Antigua Grecia) narra que Nínive fue destruida en una inundación del Tigris. Nahum en 2:6.8 lo indica vívidamente, y en 2:9-13 describe a los vencedores arrojándose sobre los despojos. El que fue gran imperio es ahora una ruina (3:7). Nahum rememora la caída del otro poderoso imperio, el de Egipto (3:8-15). Inutilmente tratarán de reconstruirlo (3:14,15). El juicio es definitivo (3:19).
No inspira a Nahum, como algunos críticos han pretendido, un simple celo nacionalista, sino la convicción de que Dios gobierna la historia de todos los pueblos, y que es un Dios justo, cuya justicia no pueden desviar ni retardar con su poder los imperios(1:3).
Su mensaje no se opone a los de su contemporáneo Jeremías y otros; éstos anuncian el juicio de Dios sobre su propio pueblo, Nahum asegura que este juicio es universal (3:1). El mismo mensaje resuena en Habacuc y en secciones de la profecía de Amós.
Fuente y agradecimiento:
Diccionario Ilustrado de la Biblia. Editorial Caribe.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jenofonte