“LOS DIEZ MANDAMIENTOS”

3er. Mandamiento. “Mentiras que suenan a verdad”

El nombre es una de varias cosas que no escogemos, en esta vida, y de bebes, estamos a la merced de los gustos de nuestros padres.  A veces el nombre que nos dieron, era en honor a un tío, que se llamaba “Diosforo”, o en honor a un abuelo llamado: “Nepomuceno”, o la tía “Gertrudis”. Pero aun así nos adueñamos de nuestro nombre, no importa que nombre nos hayan dado. Y como el agente 007, decimos: mi nombre es: “Pérez”, “Juan Pérez”, aunque no nos guste nuestro nombre, y nos molesta cuando se equivocan al decir nuestro nombre. Hace algún tiempo estuve hablando con una persona y  por 10 minutos me estuvo llamado “Gualberto”, yo por educación no dije nada, hasta que alguien lo corrigió, “se llama Alberto”, y entonces ya me llamo correctamente.  Pero me ha tocado ver a amigos se han enojado, indignado, cuando les han puesto o les han dicho “Otro Nombre”.

Pero aparte de que nos guste o no nos guste nuestro nombre, cuidamos la reputación, de nuestro nombre. Lo que nuestro nombre representa. Hace algunos años tuve una situación con un banco, donde me cobraban cierta cantidad, y tuve que ir a una reunión en la Comisión Bancaria de Valores, para aclararla. Y me presentan un contrato a nombre de Alberto Acevedo Reyes, del DF.  Pero este “Alberto”, presento un documento con fecha de nacimiento De 15 abril de 1968.  Y Yo presente mi curp y acta de nacimiento de fecha 24 de dic. De 1950. Era un homónimo, Y deje en claro que: “Yo no era la persona que buscaban”.

Me sentí mal porque vi que había “alguien”, que daba mala reputación a mi “nombre”.

Queremos cuidar la reputación de nuestro nombre, leemos en:

Can.1.3. Tu nombre es como ungüento derramado; (VRV60)

Can.1.3. Tu nombre es como la fragancia que se esparce. (V. Libre)

 Le está diciendo: ¡Tu nombre, tiene buena reputación! ¡Cuando tu nombre se escucha, a la gente le agrada escuchar tu nombre! Como cuando huelen un perfume agradable, así es tu “Nombre”, le está diciendo: ¡Tú tienes un buen nombre!

Y hablando del nombre, hay países, donde la mujer al casarse toma el “Apellido del esposo”.  Esto es lo más acercado a una familia bíblica. Se me hace bueno que la “Familia este bajo un  mismo apellido”.

Pero ahora en México, ha cambiado esto, ahora sigue con su nombre de soltera. Más o menos así: Carmen María de Refugio González Díaz Luna, de Martínez.  Cualquier semejanza con su es realidad, es coincidencia.

Les platico, mi esposa cuando nos casamos, empezó a firmar “R. de Acevedo”,  Ahora que cambio las reglas del uso de Nombre y Apellidos, tuvimos problemas, pues no coincidía con “María del Pilar Rojano Leal”.

¿Pero porque estamos hablando de esto? ¿Porque hablamos del nombre de las personas?

Porque el tercer mandamiento, tiene que ver con: “El Nombre de Dios” Y como ya hemos hablado, sobre lo que sucedió en: “El Monte Sinaí” fue una ¡Boda! Entre lo Divino y lo humano: Dios YHVH  y su Pueblo: Israel.  Y en ese pacto dice el 3er. Mandamiento:

 3: 7. No tomarás el nombre de YHVH tu Dios en vano; porque no dará por inocente YHVH al que tomare su nombre en vano. (VRV60)

 3: 7. No tomaras el nombre del Señor en vano. (V Libre)

 

¿Qué significa este mandamiento?

 El significado del mandamiento depende en parte de la frase “tomar en vano”. Viene de una raíz que significa malgastar e implica la idea de algo vacío de sentido. La palabra se encuentra en:

 Sal.24.4. El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas,    Ni jurado con engaño.

 Sal. 24:4 “el que no adora a ídolos, ni hace juramentos falsos”

 

Donde ídolos es la traducción de la misma palabra: vacío, malgastado y la palabra falsos traduce el término para engaño y fraude.

 En realidad, el significado del tercer mandamiento depende principalmente de la palabra nombre.

El nombre de Dios YHVH, no era nuevo. Los patriarcas ya lo conocían (Gn. 12:8, 13:18, 15:2), pero es dudoso que comprendieran el significado absoluto y quizás los israelitas lo habían perdido en su larga estancia en Egipto.

El uso del nombre nos recuerda el encuentro de Moisés con Dios en el desierto cuando contempló la zarza que ardía y no se consumía. Seguramente Moisés había visto más de una vez una zarza ardiendo, pero nunca había contemplado una zarza que ardía y no se consumía. Dios le habló encomendándole la misión de liberar a su pueblo de la esclavitud. Pero él necesitaba saber el nombre personal que tenía el Dios del que había de ser su portavoz.

Dios le respondió con las palabras “Yo soy el que soy” que corresponde a cuatro consonantes en hebreo: YHVH (Yod, Hei, Vav, Hei).o  YHWH (Yod, Hei, Wav, Hei) Es el nombre especial que los hebreos utilizan para describir a Dios y solamente ellos lo usaban.

Así como Baal era un título de una deidad usado en diversas culturas, ninguna otra tribu o nación utilizó jamás el nombre YHVH, para describir un dios de otra clase, era el nombre exclusivo para Israel y de ahí su suma importancia. Con este nombre se quiere referir al Dios eterno e inmutable que tiene existencia propia sin necesitar que nadie le añada nada.

 Había una reverencia tal, que se volvió impronunciable: YHVH. Acordémonos que en el leguaje hebreo, no había vocales, solo consonantes. Con el paso de los años se ha “latinizado”, y decimos: Yave, YHVH, Yehovah, Yahveh y otros Yaweh. Aunque todavía, hay polémica sobre su pronunciación.

Pero cuando estamos hablando del Nombre de Dios YHVH: Su nombre también habla de carácter. El nombre de Dios significa todo lo que es cierto acerca de Dios, toda la verdad de Dios, todo lo que ha sido revelado acerca de Dios. El «nombre de Dios: YHVH» significa, Dios en todos sus atributos, Dios en toda su gloria, todo lo que Dios es, y todo lo que Dios hace. Por ejemplo, encontramos varias formas del nombre YHVH en el Antiguo Testamento:

YHVH Jireh que significa el Señor proveerá.

YHVH Rapha que significa el Señor cura.

YHVH Nissi que significa el Señor nuestro estandarte.

YHVH Shalom que significa el Señor es nuestra paz.

YHVH Ra-ah que significa el Señor es nuestro pastor.

YHVH Tsidkenu que significa el Señor es nuestra justicia.

YHVH Shammah que significa el Señor está presente.

 

“El Nombre de Dios: YHVH”, era algo a lo que se le tenía que dar mucho respeto, para los hebreos.

Para nosotros los nombres son importantes,  pero no tan importantes como lo era para los hebreos. Para ellos era importantísimo, por ejemplo:

Nosotros escogemos el nombre como veíamos, por algún pariente, santo, artista, ídolo, hecho, fecha, religión, puntadas, etc., etc. 

Pero para los Hebreos, era distinto: “El nombre”, hablaba de: “Carácter”, el nombre hablaba de “Destino”, el nombre hablaba de “Propósito”, el nombre hablaba de la “Identidad de esa persona”. Se recuerdan de los nombre de los hijos de Lea: Rubén, Simeón, Levi, Judá.

Pero había un respeto para el “Nombre de Dios” en el pueblo de Israel, se ha confirmado que: “Cuando un Sofer =  un escriba, copiaba las Sagradas Escritura, y llegaba al punto del “Nombre: YHVH”, dejaban la pluma con que escribían normalmente y tomaba otra que era “Especialmente para escribir el Nombre: ¡YHVH!. Y luego seguía escribiendo con la pluma anterior.

Yeshua enseño a orar así:

 Mat.6.9. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

“Santificar el nombre de Dios”. Significa: separarlo, del resto de los nombres, el nombre de Dios,  debe de estar en una  categoría muy diferente, de los nombre de todo nosotros. Al orar de esta manera, reconocemos que el nombre de Dios YHVH, esta sobre todos los nombres.

La pregunta que me hago es ¿Yeshua se estaría refiriendo a las consonantes que forman el nombre de Dios: YHVH?  ¿Cuándo dice que santifiquemos el nombre de Dios, se estará refiriendo a las letras, nada más? ¿O se estará refiriendo a otra cosa?

Que pensarías de mi si: “Públicamente habla de mi esposa mucho respeto y admiración”, pero en la “privacidad”, “La trato mal, la ofendo”. Pero en público pongo el “nombre de mi esposa” como algo “muy importante”.  Tu dirías: “este hombre es falso, está usando solo palabrería, su esposa no significa nada.

Y pensando en esto, yo me pregunto: ¿Si Dios está preocupado solo por las Letras de su nombre?

Aunque curiosamente, tanto judios, como catolicos, no lo ocupan:

El judío dice: HaShem que sig. El Nombre,  y los catolicos dicen: Dios o Señor.

Y yo no creo que sea así. ¡Dios si está preocupado por su nombre: YHVH! Veamos las siguientes escrituras:

Deu.12.5. sino que el lugar que YHVH vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allá iréis.

2Sa.7.13. Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.

2Cr.7.14. Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado,

Sal.33.21. Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.

¡Dios si se preocupa por su nombre: YHVH!

Hoy en nuestro país, hay leyes que sancionan a las personas que difaman nuestro nombre. Si alguien toma tu nombre y dice cosas que no son ciertas, entonces tú puedes demandar a esa persona, porque está difamando tu nombre.

El tercer mandamiento, es una invitación a cuidar la reputación del buen nombre de Dios.

Es una ley en contra de la difamación del Nombre de Dios: YHVH. ¿Pero cómo lo difamamos? De esto vamos a  hablar:

A veces nos escandalizamos cuando escuchamos que una persona usa el nombre de Dios de una manera ofensiva, lo vemos mucho en las series y películas americanas: God, también en español: Dios o Señor, y ofenden con el nombre de Dios. Yo no creo que Dios se escandalice, de ellos como nosotros, porque es gente que no lo conoce. Dios sabe lo que hay  en el corazón del mundo, hay maldad, así que no se espanta, como nosotros.

Este 3er. Mandamiento, como los otros 7, está dirigido a Su Pueblo, a nosotros, quienes hemos entrado en una relación íntima con Él, por eso Él espera de nosotros algo diferente.

Algo distinto al hombre del mundo. ¿A qué se está refiriendo cuando dice?: “Santificaras mi Nombre”, “No lo uses en vano”.

 

 

¡Aunque repitamos el nombre de Dios, pero no lo respaldamos con nuestra vida, realmente no vale, no tiene ningún significado! Y a veces somos muy “celosos” del “Nombre de Dios”, actuamos como si fuéramos “muy justos” En las redes sociales vas a encontrar a personas que linchas a alguien que escribe el nombre de dios con minúsculas, dicen: ¡Como te atreves a escribir dios con minúsculas! ¿Qué te pasa? ¡Él es por sobre todas las cosas!  Una serie de sermones acerca de que debes poner el nombre de Dios con mayúsculas.

La pregunta sería: ¿De qué te sirve escribir el nombre de Dios con mayúscula, si tu comportamiento lo vives con minúscula? Dios está interesado en “Tu conducta”, “Tu comportamiento”  No en la manera en que escribes su nombre. De hecho la escritura hebrea original en al Torah solo tenía mayúsculas.  Y así se escribe hoy.

Cuando llegaron las minúsculas, la única palabra que se ponía en mayúscula era la Primera letra de un párrafo, todo lo demás era en minúscula, y con la influencia de la Iglesia católica, empezaron a escribir el nombre de Dios con mayúscula.  Aunque hay quienes dicen que Dios manda que escriban su nombre con mayúscula, esto no es cierto, Dios no lo ordeno.  Y no es ese el asunto. Sino como mi conducta representa su nombre.

 Hay algo que me fije en las redes sociales alguien anoto: ¡Vivamos como vivamos, el nombre de Dios se debe escribir con mayúsculas! ¡Una cosa es que yo viva con minúsculas, pero por respeto a Dios, su nombre se escribe con mayúscula! O sea ¡Yo puedo vivir como quiera,  pero yo cumplo con escribir el nombre de Dios con mayúscula! ¡Esto es no entender el 3er. Mandamiento!

 El 3er. Mandamiento, tiene que ver con nuestra conducta, con no difamar el Nombre de Dios YHVH,  haciendo las cosas como Él manda, que nuestra conducta haga que el Nombre de Dios YHVH, sea con mayúscula.

 Así dijo Yeshua:

Mat.5.16. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.

Esto si es escribir el nombre de Dios YHVH, con Mayúsculas. Que cuando la gente vea mi conducta, mis buenas obras para que glorifiquen al Padre que está en los cielos.

Habiendo dicho todo esto, yo escribo el nombre de Dios YHVH, con mayúscula, porque es lo correcto ortográficamente. Aunque hay quien lo escribe con minúscula, y “no pasa nada”.  No se trata de eso, se trata de nuestra conducta.

¡No uses el nombre de Dios YHVH, en vano!  ¡Usa tu conducta! ¡No vivas por etiquetas! ¡Vive por el compromiso que tienes con Dios YHVH!

¡No vivas haciendo declaraciones! ¡En el nombre de Jesús, “esto y esto va a suceder”! Y con sus vidas niegan estas declaraciones.

En los tiempos de Yeshua, usaban el Nombre “HaShem”, pero lo deshonraban con su conducta:

 

Rom.2.23. Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?

  1. Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.

La gente juraba en el nombre de Dios y no cumplía, por ello dijo:

Mat.5.33. Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino

cumplirás al Señor tus juramentos. 34. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera

Mat.5.37. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de

mal procede.

No tienes por qué respaldarte en el nombre de Dios: YHVH. Simplemente lo que dices cúmplelo.

Creo que el 3er mandamiento, es el más violado, por los cristianos modernos. Porque vivimos por “Apariencias”, vivimos por “Mentiras que suenan a verdad”. Y el 3er. Mandamiento, nos confronta con estas mentiras. Nos hacer ver que no podemos vivir de esta manera. ¡No tomes el nombre de Dios YHVH, en vano! No vivas por apariencias.

El 3er. mandamiento tiene que ver con vivir en integridad, tiene que ver con hacer a un lado la hipocresía, tiene que ver con hacer a un lado nuestra vida aparente, tiene que ver con la incongruencia de nuestra vida, ya que actuamos,  ya que queremos que la gente piense bien de nosotros. Ejemplo: “De modelo, que promociona un champú que no usa, ya que es calvo”

Otro ejemplo, el promotor creativo de Black Berry, que ha tenido pocas ventas, promueve un chat, con sus clientes, para exponer las cualidades del teléfono, lo malo es que lo hace por  vía Twitter desde su  IPhone, y no se dio cuenta. ¡Ni él usa el producto que está vendiendo!

Así somos los creyentes, somos muy buenos para predicar, siempre, pregúntele a mi esposa. Regañando a los demás, ¡Pero no comemos lo que hemos preparado! ¡No compramos el producto que estamos vendiendo! ¿Comes lo que cocinas? ¿Vives lo que predicas?

El 3er mandamiento tiene que ver con estar de acuerdo  entre nuestra teología: “En lo que creemos” Y “Lo que vivimos”, nuestra conducta. ¿Cuál es la verdad en la que vivimos?

En la vida cristiana es nuestro conocimiento de Dios. La forma en que pensamos acerca de Dios: es el elemento principal. A fin de cuentas, la vida del hombre es un reflejo de la naturaleza y el carácter del Dios que adora. Por ejemplo, si una persona adora a un «dios falso», su vida será un reflejo de ese dios falso. Si está adorando a un dios indulgente y permisivo del pecado, su vida será pecaminosa.
Este principio tiene aplicación en cuanto a nuestro uso del nombre de Dios. Por ejemplo, la forma en que uno adora a Dios es un reflejo de la naturaleza y el carácter de «su Dios». También, la manera en que uno ora es un reflejo de su forma de pensar acerca de Dios. En forma inevitable nuestra teología (nuestro conocimiento de Dios) se refleja en nuestra manera de vivir. Obviamente también se refleja en la manera en que usamos el nombre de Dios. Nuestro conocimiento de Dios tiene mucho que ver con la cuestión de si usamos su nombre en vano o no. Quienes toman el nombre de Dios en vano usan su nombre sin propósito, en forma vacía, sin sinceridad y lo más importante, también sin verdad.

Hay gente muy celosa de la Doctrina, de la Verdad, debemos de luchar contra lo que atente contra le verdad, pero no solo de palabra, sino con nuestra vida.

Porque si no somos como los “Políticos”, “Que hablan de democracia, honradez,  igualdad, derechos humanos, tolerancia, no a la corrupción, no a la mentira, sinceros, etc., etc., y luego ellos son los primero en violar todo lo que dijeron”

Hay ministros y creyentes que viven lo que predican (los menos). Y otros muchos que no.

San.2.19. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

San.2.18. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.

Hay en hebreo una palabra “Shillun Hashem” que sig. “Profanación del nombre de Dios”. El termino se refiere a cualquier ocasión, cuando un judío hacia algo que desacreditaba la Torah, algo que desacreditaba la fe del pueblo de Israel, esta era la frase que se utilizaba. Y para ellos: la profanación del nombre de Dios, tenía que ver con su conducta, las cosas que yo estoy haciendo, que ofenden a Dios, esto es: “Violar el 3er mandamiento”

Y déjenme decirles que el colapso de la religión, si La religión no es mala, pero hoy se habla mucho contra le “Religiosidad”: Entiendo que somos los que queremos vivir, conforme los mandamientos.  El Colapso viene cuando violamos el 3er mandamiento, cuando dejamos de demostrar con nuestra vida, lo que hemos aprendido, o en lo que hemos creído. No solamente perdemos credibilidad, ya no tenemos valor ante el mundo, “cuando nos ven decir una cosa y vivir otra”  Esto sucede con los cristianos de hoy.

Voy a decir una lista de “Mentiras que parecen verdad”:

1.-“Utilizar un lenguaje que nos hace ver más espirituales”

Cuando la convertimos en una palabra común. Muchos blasfeman el nombre de Dios utilizando las palabras “Cristo” y “Jesús”. Otros son un poco más considerados y utilizan el “¡Dios mío!” o “¡Santo Dios!” “¡Jesús bendito!”, “¡Dios de mi vida!”, “¡Hay Diosito!”, “¡Por Dios!”, y muchos ejemplos más, como una costumbre social.

Aunque utilicemos el nombre de Dios como una exclamación espontánea, nunca es algo inocente, porque reduce la naturaleza de un Dios santo y soberano a un nivel vulgar. Los cristianos no estamos libres de este pecado, porque aún sin blasfemar su nombre o hacer exclamaciones, podemos usarlo de manera banal. Hoy en día muchos tienen la costumbre de decir “¡Qué Dios te bendiga!” como aquel que dice “buenos días” sin pensar en el significado de estas palabras,

Hay personas que piensan que al hacerlo así son más cristianos, ¡No es cierto!

2.-“Pedir a los demás hacer cosas, que nosotros mismos no hacemos”

Mat.23.4. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.

3.- Criticamos a los gentiles o paganos, católicos, en lo que nosotros hacemos; ejemplo:

Divorcios del mundo son igual  a los de la iglesia. Los católicos son idolatras, ¿Y nosotros?

 4.-“Actuar como si tuviéramos la franquicia de Dios”

Cuando decimos: “Nosotros”  y “ellos”, como si fuéramos los únicos depositarios de la verdad.

Luc.3.8. Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.

“Dios está conmigo, con mi iglesia, con mi denominación, y todos los demás están mal”

 5.-“Utilizar el nombre de Dios, para avanzar en nuestros objetivos personales”:

Cuando se utiliza para apoyar una mentira (Lv. 19:12). Hoy en día está de moda en algunos círculos decir que tal persona ha recibido una “profecía” de parte de Dios, cuando en realidad se trata de una intuición propia. Si alguien pretende haber recibido una revelación directa de Dios, cuando Dios no ha hablado, está quebrantando el tercer mandamiento (Dt. 13:1-3):

¡Dios me dijo! ¡Dios me hablo! ¡Dios dijo que tú ibas a ser mi esposa! Etc., etc. Utilizamos el nombre de Dios para nuestros fines. Como que a Dios lo manejamos a nuestro antojo.

Podemos decir: “Yo siento que Dios me mueve, hacia este punto, hacia este asunto” no “¡Dios me dijo!”

6.-“Hacer compromisos y no cumplirlos”

Tiene que ver con la enseñanza del Antiguo Testamento. Dios esperaba que su pueblo cumpliera lo que prometía. Cuando tú haces un compromiso, cualquiera que sea, lo haces delante de Dios, todos los compromisos se hacen delante de Dios. Un ejemplo; el matrimonio, lo haces delante de Dios. También cuando haces un compromiso financiero ante humanos, también lo haces ante Dios. Como creyentes nuestro Pacto lo hacemos delante de Dios, como en Pesaj. La pregunta es: ¿Cumplimos nuestros compromisos? ¿Cumplimos con todas las cosas que decimos que íbamos a hacer?

El cruzar los dedos fue interpretado como “antídoto” ante situaciones adversas, lo que derivó en que fuese utilizado durante la pronunciación de una mentira, en la creencia de que el poder de la cruz cristiana puede salvarle a uno de ser enviado al infierno por faltar a la verdad. 

 Del mismo modo, existe la creencia de que al cruzar los dedos durante un juramento, nos protegerá de las consecuencias de no cumplirlo.

Yo quiero llevarlos a lo siguiente: la única manera de que nosotros podemos vivir ese tipo de vida en la que no profanamos el nombre de Dios: es cuando reconocemos nuestra condición pecaminosa, reconocemos que somos pecadores, (¿Entendemos? 1Juan 3:4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.)

Cuando nos refugiamos en la gracia y el favor de Dios, es mucho más fácil que una persona haga lo correcto, cuando reconoce su condición pecaminosa. Eso te vuelve vulnerable, te vuelve sensible delante de Dios, y cumplir tus compromisos, hacer lo correcto es mucho más fácil. El problema que tenemos es que a veces no queremos reconocer que somos pecadores, lo decimos de labios, pero no lo razonamos, no lo entendemos, somos pecadores con necesidad de perdón, de gracia, de favor de parte de Dios YHVH.

Mat.7.21. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

  1. 22. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
  2. Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

 

No es suficiente pronunciar su nombre. Debemos reflejar su carácter en nuestro diario vivir. Algo menos que eso es altamente ofensivo a su precioso nombre. Una vez que tus amigos sepan que tú, eres un creyente, no se te  olvide que estarán observándote y sacando sus propias conclusiones acerca de ¡cómo eres! y ¿quién es tu Dios? Entonces no pongas ninguna calcomanía si no tienes la firme intención de representarlo bien cuando manejes.

Luc.6.46. ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?

Mat.12.36. Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

 Yo quiero invitarlos a que en este momento reflexionen en su corazón, para ver si con tu vida, estas honrando a Dios, estas usando el nombre de Dios con reverencia y respeto. Si estas trayendo una buena reputación al nombre de Dios, con tu conducta en tu casa, con tu esposa, con tus hijos, con tus padres, en tu trabajo, en la escuela, con tus amigos, con tus socios, en el negocio, con el gobierno. Hablas siempre con la verdad, sin exageraciones. Vivamos de manera consistente con nuestra profesión de creyentes.  Estas representando a Dios correctamente?

Mat.12.34. “…Porque de la abundancia del corazón habla la boca”

 Nuestras palabras son un reflejo del estado espiritual de nuestro corazón. Por lo tanto, debemos de tener mucho cuidado de no caer bajo la maldición de este mandamiento. Debemos amar y reverenciar a Dios en nuestros corazones, porque es la única manera de evitar este pecado.

Aquí alguien podría decir: ¡Pero hermano Al! “! Esto es más difícil de lo que pensaba!”: ¿Qué hago?

Rom.7.24. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

Habría que leer todo Romanos 8, para ver la solución: Yo escogí estos versículos:

Rom.8.1. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Rom.8.4. para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Rom.8.26. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.27. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Rom.8.28. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Rom.8.32. El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33. ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

Rom.8.37. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39. ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Gál.5.22. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,                     23. mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

 

Cuando pensé en: “Representar bien el nombre de Dios YHVH”, del caso de: “Moisés en Meriba”

 Núm.20.2. Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. 3. Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de YHVH! 6. Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de YHVH apareció sobre ellos. 7. Y habló YHVH a Moisés, diciendo: 8. Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias. 9. Entonces Moisés tomó la vara de delante de YHVH, como él le mandó. 10. Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? 11. Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. 12. Y YHVH dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. 13. Estas son las aguas de la rencilla [hebreo Meriba], por las cuales contendieron los hijos de Israel con YHVH, y él se santificó en ellos.

 Pero saben una cosa ahora que le pedía a nuestro Dios YHVH, ¿Cómo les explico a mis hermanos esto que voy entendiendo?

 Por casualidad  me puse a ver la Parasha de esta semana: 30 Kedoshim: Lev. 19-20, que habla “curiosamente” de “Un llamado a la Santidad”

 Lev.19.1. Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2. Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo YHVH vuestro Dios.

3er-mandamiento-08

Y aquí encontré la respuesta a la pregunta: ¿Que hare para no usar el nombre de Dios YHVH en vano?

Hay que leer Levítico 19 y 20 y anotar sus comentarios, que entienden de estos capítulos.

 Pidiéndole a Nuestro Dios YHVH, entendimiento para que lo “entendamos y lo hagamos”.                              

Agradecimiento por articulo a:

Editado por: Al Eved   02/20/5776

KEHILA CASA DE PAZ

SALTILLO, COAHUILA, MEXICO.                                                                                              

al.eved@gmail.com